jueves, 15 de noviembre de 2007

La Pesca con Mosca II

EL LANZAMIENTO

Armada la caña, con unos 4 o 5 metros de línea afuera, hay que tomar el mango firmemente, pero sin apretar demasiado. Con el carrete apoyado en la muñeca, los cuatro dedos mayores sujetando el mango de corcho por debajo, ni siquiera es necesario apoyar el pulgar. El pulgar nos servirá durante el lanzamiento para detener la caña cuando llegue a la vertical en el impulso de la línea hacia atrás y para dar un impulso vivo a la caña durante el movimiento hacia adelante.
La muñeca hace las veces de un eje. El codo debe quedar pegado al Cuerpo. El antebrazo no hace más que ayudar a la caña en el "movimiento" que le imprime el peso de la línea.

Al levantar la caña hay que acelerar progresivamente el movimiento como para "lanzar" la línea hacia atrás, hasta que la caña llegue a la vertical. La caña no debe pasar de la vertical, porque entonces la línea caería atrás, y es posible que la mosca y el invisible se queden enredados entre las piedras o en las hierbas. La "pausa" de la caña, en la posición vertical, es proporcional al largo de la línea que está en vuelo: mientras más línea afuera, más larga la pausa. Si la pausa es muy corta, la línea no se desarrolla bien hacia atrás, la mosca sufrirá un golpe y perderá fuerza y precisión al volver hacia adelante. Si la "pausa" es demasiado larga, la mosca topará el suelo.
El movimiento hacia adelante, después de la "pausa", no debe ser brusco. Empieza suavemente unos 20 centímetros y luego un impulso vivo hacia el frente.. Luego un compás de espera mientras la línea vuela, para terminar acompañándola lentamente hasta que la mosca toque el agua.
Durante todo el lanzamiento, el índice y el pulgar de la mano izquierda sujetan la línea entre el carrete y el primer pasador de la caña; es la mano izquierda la que se encarga de sacar línea del carrete y largarla en el momento oportuno, es decir: después del impulso vivo hacia adelante, cuando ya la línea se ha estirado; digamos, cuando la línea está horizontalmente estirada en el aire, no antes, porque la línea perdería su impulso, cayendo al agua antes que la mosca y, tal vez, más lejos que ella.

Hemos dicho que lo que se lanza es la línea y no la mosca. Por consiguiente, para aprender a lanzar es completamente inútil poner un anzuelo en la línea. Lo mejor para aprender es atar una mosca usada, o la que se le haya cortado el anzuelo, quedando solamente el cuerpo y las alas. Su peso no tiene importancia. Aun al principio puede aprenderse a lanzar sin mosca y sin invisible: la línea sola, basta para obtener el "ritmo" necesario.
No trate de lanzar lejos. Aprenda primero a lanzar bien a 10 ó 12 metros. Aprenda a colocar su mosca suavemente, sin "guasquear" y sin azotar el agua con la línea. Mantenga el codo al cuerpo. Aprenda a manejar la línea con los dedos de la mano izquierda.El carrete se usará solamente para guardar la línea al cambiar de sitio o para sacar un pez del agua.
Puede comenzarse en un campo limpio, en un prado por ejemplo, pero en cuanto sea posible hágalo en el agua, en una laguna, en una piscina, en un tranque sin corriente y sin viento. Busque el "ritmo" y la precisión antes que la distancia. No haga "esfuerzo" y no maltrate su caña. Una caña maltratada pierde su "nervio".La perfección y la distancia las adquirirá poco a poco, después de lanzar bien y mucho...
Ahora ya estamos equipados, ya sabemos (más o menos) lanzar la mosca: vamos al río.

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